Todo empieza en el metro yendo a un sitio cualquiera, como tantos otros seres casi inertes que van moviéndose al son de las paradas y el sonido sedante de los raíles. Es entonces cuando las maravillosas vistas de los muros negros y los cables oscilantes, de las vibrantes cabezas moviéndose como si fueran unos simples muñequitos sin vida, de las miradas al vacío, de los bostezos y las cabezadas involuntarias empiezan a surgir efecto y mi imaginación le da un poco de vidilla al asunto... Así que de esto se trata, de echarle un poco de imaginación a los viajes al curro o a cualquier otra parte, de fijarte en las personas y cambiarlas de contexto, de "quedarte" con sus expresiones y... ¿porqué no?... reírnos un poco de las miserias humanas, que algunas de ellas son bastante graciosas miradas desde fuera. 

Ahí van algunos metrocomics y algún que otro escrito que me propongo compartir con vosotros. ¡Nos vemos en el metro!